lunes, 3 de julio de 2017

Desafío anual de El libro del escritor


Hace ya unos meses decidí apuntarme al desafío anual de El libro del Escritor, aunque ciertos hechos (peleas con exámenes y fechas y pereza, para qué mentir) me han ido retrasando. Ahora, con el hábito de escritura ya implantado gracias a este fantástico método (llevo escribiendo más de cien días seguidos, solo fallé uno y literalmente me quedé frita sobre el papel) voy a intentar cumplir el reto, por lo que en un futuro casi la totalidad de mis entradas serán dirigidas a relatos que iré subiendo.


domingo, 23 de abril de 2017

1808 Los cañones de Zaragoza




 



      RESEÑA:

      Tras una nueva colaboración de Fernando Lalana y José María Almarcegui nace 1808 Los cañones de Zaragoza, una historia que se desarrolla en medio de una guerra.
       El ejército de Napoleón invade España, y Zaragoza se atreve a declararle la guerra. La Escuadra de Artilleros, un grupo de mercenarios venecianos, recibe el encargo de transportar un retablo desde la ciudad maña hasta la mismísima Roma.
       El tiempo se acaba pronto y consiguen sacarlo con los primeros ataques, pero gran parte del grupo se queda a defender su tesoro más preciado y el motivo de que se hallen allí: el cañón de Flandes.
       Incapaz de vencer a una ciudad repleta de civiles que ni siquiera está protegida, el ejército francés comienza a acumular altos cargos obligando a Napoleón a personarse en Zaragoza para arreglarlo todo.



     VALORACIÓN:
     
      Es el primer libro que leo de los dos escritores trabajando de forma conjunta y he de decir que me ha sorprendido mucho. Cuando escogí el libro en la biblioteca esperaba algo completamente distinto, más misterioso, más fantástico, menos extraordinario; ambos autores recrean la Zaragoza de la época sin detenerse en los pequeños detalles, pincelándola con grandes trazos, por supuesto que sea su ciudad natal (y que no la haya visitado nunca) influye a la hora de dibujarla a ojos del lector.
      Una de las cosas que menos he disfrutado han sido los personajes, desde el principio intuí una relación entre dos de los personajes que para mí va mucho más allá de lo que cuentan las páginas, por no hablar de un cambio de actitud por una obsesión que narran más el resto de lo que muestran los hechos. Aun así he paladeado la trama a lo largo de casi todos lo capítulos, que gozan de una buena ambientación (aunque mis conocimientos sobre el tema son escasos y no puedo dictaminar cómo de reales son) y de una pequeña dosis de humor absurdo con pequeños misterios que se resuelven en un pestañeo.

🌕🌕🌕🌗🌑
 
 
 
     MI OPR:
 
     Como ya he dicho antes he disfrutado del libro, sí, pero no es perfecto. Lo que para mí constituye la parte fundamental de la trama tarda en aparecer, retrasada por el asunto del retablo que aunque en un principio resulta importante después se hunde y desdibuja por completo. Podría ser solamente un desencadenante, pero ocupa cerca de media novela y después ni siquiera lo vuelven a mencionar. No tengo nada que objetar al cañón de Flandes, para el lector resulta predecible quién los fabrica, de modo que ve a los integrantes de la Escuadra dar vueltas por Zaragoza buscando la solución a un misterio que tienen en casa.
    Sigo sin entender el final de los personajes ni las acciones que a veces llevan a cabo, aunque tengo claro que puede que sin pretenderlo, pero los escritores muestran una relación, una intimidad más profunda de la que realmente intentan contar. Para mí la prueba definitiva es que emparejan a uno de ellos en cuanto tienen oportunidad y poco después el otro se obsesiona todavía más con el cañón, hasta entonces había sido el primero el que lo había acompañado a las investigaciones y controlado su cordura.
     Un buen libro, sin duda, pero que da mucho más de sí.
 
🌕🌕🌕🌗🌑
 
 
 
     CURIOSIDAD:
     Esta vez en la imagen hay un imán de Zaragoza que curiosamente muestra la Basílica del Pilar, y es en una de sus torres donde colocan el cañón de Flandes.

sábado, 15 de abril de 2017

La cruz de El Dorado




     RESEÑA:
   
     César Mallorquí ganó el Premio Édebe en 1999 con La cruz de El Dorado.
     En esta novela Jaime Mercader, Rasul Alí Akbar y Antonia Rodríguez viajan en busca de la cruz de El Dorado, un tesoro perdido durante siglos. Todo va bien, salvo que les persiguen unos piratas, los dos primeros se conocieron cuando Jaime huía de España con su padre y Antonia no se apellida así.
     Todo empieza con Jaime y su padre huyendo, en el barco conocen a Rasul. Tras varios golpes de mala suerte el joven descubre la leyenda de la cruz y decide ir a buscarla. Antonia aparece como un vendaval y en medio parpadeo preparan la expedición y parten, seguidos de cerca por los hombres de Welser y un tuerto que había estado preguntando por ellos.



      VALORACIÓN:

    
      Debo reconocer que he leído poco de César Mallorquí, apenas tres o cuatro libros, por lo que no puedo juzgar si se trata o no de uno de sus mejores libros. Tampoco se trata de un género que haya frecuentado recientemente y como muestra la imagen mi subministrador principal es la biblioteca, por lo que mi lectura de novedades se suele limitar a algún afortunado que o bien acaba en las estanterías municipales o bien en las propias, de modo que la valoración, un lugar en el que intentó ofrecer objetividad, puede verse afectada por lo dicho con anterioridad.
     Tomando lo anterior como base La cruz de El Dorado me parece un libro entretenido y corto (esta edición consta de 207 páginas) que puede leerse de forma veloz, no necesita gran concentración y es de fácil comprensión, perfecto si necesitas despejarte. La trama avanza con bastante fluidez y la sensación al ir avanzando en la lectura es la de que vas ganando velocidad.

🌕🌕🌕🌑🌑
 
 
    MI OPR:
     
     Me arrepiento de no haber leído antes este libro, estoy segura de que lo hubiese disfrutado mucho más con cinco o seis años menos.    
     En general me ha gustado, es sencillo y muy ameno, se puede leer en casi cualquier situación... pero el giro final (el grande, no el último de Antonia) me ha resultado demasiado predecible, igual que lo de su padre. (Si no lo has leído salta al párrafo siguiente) No vi su muerte, pero tuve claro que seguía vivo desde bastante antes de que apareciese realmente. Tampoco imagine que los indios les hubieran seguido, aunque tenía la certeza de que devolverían la cruz, de nuevo unos años menos hubiesen ayudado.
     No tengo nada que objetar ni a la trama ni a los personajes, pero habiendo leído La isla de Bowen este me parece algo flojo en comparación, aunque sigue tratándose de un gran libro con buenos puntos de humor, la "moraleja" del final sacaría una sonrisa a una estatua (sigo sin referirme al momento de Antonia). Además combate el machismo de la sociedad en la que desarrolla la historia y que los propios personajes poseen (Jaime se sorprende porque Antonia lleve pantalones, los peones se adentran en la selva solo por no ser "menos valientes" que ella) con la propia Antonia y con Yocasta, que a pesar de haber sido esclava resulta la más culta e instruida de todos ellos.
     En definitiva, un libro ligero recomendable para cualquier edad y situación.
 
🌕🌕🌕🌗🌑
 
     CURIOSIDAD:
    
        En la primera imagen se puede ver un pequeño peluche junto al libro, no es casualidad, todas las reseñas van a tener esta pequeña sección en la que uniré escenas, frases, detalles o cualquier otra cosa de la historia con algo que aparecerá en la fotografía. A pesar del aviso esta parte se puede leer sin miedo (utilizo spoiler y destripar o destripamiento con distinto significado, el primero sería como una picadura de mosquito, sin relevancia para el desarrollo de la historia (o también puede suceder muy pronto); el segundo, por el contrario, hace honor a su nombre y refleja una auténtica matanza, desvela hechos importantes que afectan generalmente a la trama principal).
       El peluche es reversible, por una parte es un tocón y por la otra un tigre, suponiendo que el tigre es un caimán o tomándolo como animal al que en algún momento puedes alimentar (siendo bastante imprudente y saltándote varias normas partiendo de la base de que no tienes que tratar a diario con uno por propia voluntad) tenemos la escena en la que Antonia se sienta en un árbol caído sin percatarse de que se trata de un caimán.